John Baskerville no escatimó esfuerzos para crear el libro tipográfico definitivo. Preparó tintas color negro intenso y papel liso para mostrar el efecto total de las letras que pidió a John Handy que fabricara a partir de sus propios diseños brillantes, basándose en una vida entera de caligrafía y corte de piedra. Los moldes y las matrices todavía sobreviven en Cambridge University Press. El diseño actual es una refabricación fiel, que presta particular atención a la revisión de George W. Jones del metal de la tipografía inglesa (14 puntos) romana y cursiva de Baskerville de 1929 para Linotype & Machinery Ltd. Mergenthaler Linotype importaría el diseño a los Estados Unidos dos años más tarde.